¿Qué significa realmente ser superdotado?
Ser superdotado no es lo que la mayoría piensa.
Qué difícil es vivir sin saber quien eres en realidad, tratando sin éxito de pertenecer, de encontrar un nicho o una especialidad, cuando tu naturaleza te indica tu camino es todo lo contrario y no lo logras razonar.
Cuando todo en tu vida gira alrededor de entender, pero nadie te entiende a ti, cuando luchas por adaptarte al mundo sin conocer cuál es la diferencia, cuando sientes que te ignoran o te humillan sin saber por qué.
Muchas personas superdotadas confrontamos al mundo desde el desconocimiento de lo que somos en realidad, pensando algunas veces, como en mi caso, que solo eres un poco más listo, pero básicamente igual a todos los demás.
Sufro al pensar cuantos niños, jóvenes y adultos hay allá afuera, tratando de ser normales, de pertenecer, de entender y de darle una razón a sus diferencias:
¿Por qué si somos todos iguales nadie piensa como yo?
¿Por qué me rechazan o me dejan de poner atención?
¿Por qué nadie parece sentir lo que yo siento?
¿Por qué no puedo elegir y me aburro tan fácilmente?
Estas y muchas otras preguntas pasaban por mi mente constantemente, desde que era solo un niño, eran conceptos que escapaban a mi entendimiento.
Por ello dedicaré mucho de mi tiempo a proporcionar información relevante del tema, para ayudar a quienes no han sido diagnosticados correctamente, a quienes nunca lo han sabido, a quienes no han tenido el acompañamiento, la comprensión o el apoyo necesario y a toda la sociedad para romper con los mitos y tabús creados por los medios.
¿Qué NO es un superdotado?
Contrario a lo que muchas personas piensan y los medios de comunicación nos quieren hacer creer, un superdotado no es un
¿Qué es en realidad ser un superdotado?
No creo en la clasificación de los seres humanos, ni en que nadie sea igual a nadie, por lo que solo utilizaré como referencia algunos de los datos más relevantes para entender nuestras diferencias.
Existen distintos tipos de superdotación, algunas de ellas son parciales, personas altamente especializadas en un solo campo, con una capacidad enorme para las matemáticas, la física, la lógica o el arte, regularmente solo es un área o todo lo relacionado con ella, suele irles muy bien en la escuela y cuentan con varias especialidades y maestrías, muchos tienen memoria fotográfica y su mayor conflicto se encuentra en el desarrollo de capacidades sociales, pero su mente aunque más rápida, sigue siendo lineal.
El superdotado completo, que es a quien me referiré en casi todos mis escritos, está cableado de forma distinta, su mente es arborescente, o como bien lo expone la psicoterapeuta Paula Prober en su libro y en su blog «The rainforest mind» los cuales recomiendo ampliamente si hablas inglés, una mente de selva tropical.
La mente arborescente o de selva tropical está cableada de forma distinta, los filtros de información que categorizan, evalúan, desechan y priorizan, no existen o son muy diferentes, por lo que absorbemos mucha información sin un orden jerárquico, creando conexiones entre miles de datos al unísono y conectándolos con experiencias e información del pasado.
Amo la referencia a la selva tropical, o incluso un bosque, pero al igual que en la selva, nuestro cerebro se ve exactamente igual, hasta que se realiza un escaneo profundo, la selva y los bosques por fuera aparentan ser simplemente un grupo de árboles que coexisten en un entorno definido, pero como entes separados; sin embargo, debajo de la tierra todo está interconectado, todos los árboles, plantas, hongos, flores y todo lo que tiene raíces, se encuentra íntimamente interconectado, de la misma manera funciona la mente del superdotado.
Los niveles de empatía son también sumamente altos, sentimos hasta lo que no deberíamos y tendemos a absorber las preocupaciones, los problemas y las emociones de quienes nos rodean y del mundo entero, buscamos continuamente soluciones por el bien de todos y nos preocupamos genuinamente por el futuro y el bienestar de nuestro hermoso planeta tierra y de todos y todo lo que habita en él.
Si encuentras a alguien que dice ser o pareciera superdotado, pero utiliza su inteligencia para herir, manipular o tener una ganancia personal sobre los demás, ten cuidado, no es realmente superdotado, es probable que tenga un trastorno narcisista de la personalidad sin el más ínfimo rastro de empatía ni remordimiento, voy a escribir una entrada al respecto, pero te aseguro que el superdotado no hiere intencionalmente a los demás, no está cableado para eso, su alto nivel de empatía hace que siempre tenga presente el bien común y muchas veces por encima de su propio bienestar, lo que no es sano, pero se puede trabajar.
Lo que no significa que no la pueda regar, cometemos errores y muchos, aunque a veces nos cueste aceptarlo, pero nunca por herir o lastimar, tendemos a buscar vicios como el alcohol o las drogas para tratar de atenuar los pensamientos y las emociones, para poder pertenecer y sentirnos parte de una sociedad, para hacernos entender y ser escuchados, pero no funciona y a la larga causa mucho más daño, lo digo por experiencia propia, aunque estemos cableados distinto somos simplemente humanos imperfectos como cualquiera.
Los sentidos se encuentran exacerbados, por ello muchas veces nos molestan cosas que los demás no notan y nos catalogan de locos, pero literalmente escuchamos más, las luces y los colores son más brillantes, olemos cosas que los demás normalmente no alcanzan a oler, de hecho yo me guio mucho por mi nariz desde antes de saber lo que soy, los sabores son intensos y hay cosas al tacto que pueden ser muy molestas o placenteras.
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