¿Cómo que emprender es espiritual? ¿Piensas poner una iglesia o qué?
Aunque poner una iglesia o montar una religión es un negocio muy lucrativo, hoy no pienso tirarles demasiado, con espiritualidad me refiero a nuestra conexión personal con lo divino, a nuestra naturaleza y nuestra conexión con todo y con todos.
Para mí emprender es uno de los actos más puros de creación, más parecido al arte que a una casa de apuestas.
Es tomar una experiencia de vida y de algo que para muchas personas parece «normal», crear algo nuevo, transformar una idea en un producto o servicio que ayude a mejorar la experiencia de vida de las personas al rededor del mundo, no veo nada más espiritual que eso.
Como todo en la vida existe una dualidad inherente o propia a cada situación, somos nosotros quienes decidimos en qué cara de la moneda enfocarnos.
Si bien hay muchos negocios creados con el único propósito de incrementar el capital a toda costa y servir solamente a los intereses de los accionistas, existe otra cara de los negocios con la que yo prefiero alinearme.
¿Entonces un negocio espiritual no hace dinero? No soy la madre Teresa, tengo gastos.
Tal vez cuando pienses en espiritualidad, aparte de religiones, te vengan a la mente todos estos «maestros» espirituales de TikTok, a quienes conozco muy bien, ya que por un periodo de tiempo yo era uno de ellos.
Hay muchas teorías de este tema, a veces emanadas de la biblia y otros libros, de que la espiritualidad y el dinero no se llevan bien, todo eso es un error, un negocio hecho desde tu esencia y por servir, genera dinero y mucho.
La espiritualidad y la abundancia en todos los sentidos, incluyendo la económica, van de la mano, el universo, dios y la vida, son abundantes en su naturaleza, la verdadera espiritualidad solo se basa en recordar tu divinidad, tu poder interior y tu conexión con todo y con todos, no tiene reglas y no hay buenos ni malos.
El lado espiritual al que me refiero al momento de emprender o crear un negocio, es aquel que proviene de tu pasión.
Emprender es Espiritual
Al final creo que emprender es una tarea espiritual, ya que creamos algo a partir de la nada, una idea se convierte en un servicio o producto que puede cambiar la vida de millones de personas.
Emanado del simple hecho de vivir, vamos por la vida cuestionando como emprendedores, ¿qué de esta experiencia puede ser mejor?, ¿qué puede facilitar o mejorar esta experiencia?
Y puede emanar de cosas tan mundanas como la forma de caminar, como escuchamos música, como nos comunicamos o nuestras tareas diarias como lavarnos los dientes, bañarnos o vestirnos.
En todo hay una gama infinita de posibilidades de donde generar una idea que en cualquier momento puede convertirse en un gran negocio.
En este episodio del Pódcast de Edy Bravo te cuento un poco acerca de lo que opino al respecto.
Resumen del pódcast generado por ChatGPT:
Últimamente, he estado un poco ausente porque estoy viviendo en San Cristóbal de las Casas, un pueblo mágico donde he pasado un año y nueve meses. Este período ha sido más que un retiro; ha sido un viaje introspectivo, una búsqueda para encontrarme a mí mismo.
Durante este tiempo, he reflexionado sobre la importancia de conocernos a nosotros mismos. Como decía uno de los pilares de la antigua Grecia: «Conócete a ti mismo». Esta premisa es fundamental para ampliar nuestra perspectiva, entender dónde estamos, a dónde vamos y qué queremos experimentar.
La pandemia ha sido una oportunidad para reevaluar lo que es verdaderamente importante y cambiar nuestras prioridades. Muchas personas ahora trabajan desde casa, otras regresaron a la oficina, y algunas decidieron renunciar. Este cambio nos lleva a reflexionar sobre nuestra esencia, lo que está detrás de nuestros pensamientos, emociones y cuerpos, algo inmutable que nos acompaña desde la infancia hasta hoy.
A mis 41 años, he experimentado cambios físicos, pero mi esencia permanece. Reflexiono sobre la conexión espiritual, el ser que está conectado con todo y todos, parte de la totalidad divina. Este ser también es el observador, como mencionaban los hindúes con el término «Atman».
Hoy quiero compartir mi perspectiva sobre el emprendimiento. A lo largo de mi vida, he emprendido en diversas ocasiones, una experiencia que me ha divertido y enseñado mucho. Para mí, emprender es una tarea espiritual, un acto creativo que refleja nuestra naturaleza humana de crear, transformar ideas en productos y servicios.
Emprender no se trata solo de cubrir vacíos o carencias, sino de una experiencia más profunda y creativa. Al emprender, conectamos con nuestra humanidad, entendemos a las personas y creamos productos y servicios que satisfacen necesidades reales.
A lo largo de mis negocios, he enfocado mi emprendimiento desde una perspectiva espiritual y de conexión personal. No se trata solo de llenar un vacío, sino de contribuir genuinamente al bienestar de las personas. Emprender no es solo un medio para hacer dinero, sino una oportunidad para hacer una diferencia más allá de un simple negocio.
En futuras entradas, exploraré más a fondo estos temas y compartiré mi enfoque sobre el emprendimiento y la espiritualidad en el mundo de los negocios. ¡Gracias por acompañarme en este viaje!
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